De María Zambrano, he aprendido mucho, lecciones de vida, afición al trabajo y esperanza. Pero también, estilo, forma y poética para escribir mejor, para mi gusto y para el gusto del lector. Creo que teniendo un idioma tan rico, cautivador y variado es un desperdicio no dar rienda suelta a la originalidad de adjetivaciones y metáforas, e hipérboles o por lo menos intentarlo, esforzarse o aprenderlo. En mi libro “Siguiendo una luz. Homenaje a María Zambrano”, ya lo intento, no sé si con mejor o peor suerte, además de valorar más, las cosas sencillas, claras y llanas, en el mundo que nos rodea y en el interior del alma y también en el espacio y en el tiempo, pasado-presente-futuro.
También, he constatado en Zambrano, y en filósofos más actuales, a los cuales consulto, que la poesía y la filosofía están más cerca de lo que parece, la filosofía actualmente, creo, se sirve de la lírica en muchas ocasiones y autores para expresarse. Y la poética se sirve de la filosofía, para llegar al centro mismo de las cosas, el ser humano y el entorno que nos rodea. Estamos de acuerdo, que la poética es inspiración y la filosofía reflexión, pero están cerca os lo aseguro, por lo menos en mí; siempre estoy consultando libros de filosofía para conseguir escribir un bonito, drástico o sugerente poema. Es seguramente el mundo de las ideas, lo que produce esa abstracción tan necesaria para escribir poesía.
Os dejo una cosa que encontré en redes sociales, de la Fundación María Zambrano, en Vélez (Málaga); 5 propósitos para el nuevo año inspirados en esta filosofa.
Honrar la memoria
Cultivar la esperanza
Fomentar la reflexión
Practicar la empatía
Abrirnos a la belleza
Una vez me pregunto una profesora de filosofía de Uned Albacete, que eligiera un numero 1 o 2 o 3, elegí el 3, me dijo pensaba que ibas a elegir el 2. Tres es el número de mis apostillamientos, y 3 es el número de mis adjetivaciones (como seguramente lo era en Zambrano). Si os digo la verdad, me cuesta llegar, pero lo voy consiguiendo. Tres adjetivos es bastante, acompañando a un sustantivo y tres apostillamientos filosóficos es todavía más difícil, costoso y complicado. Pero sin duda os puedo decir que lo intento.
